El domingo se enfrentaban en las eras dos aspirantes al ascenso, en lo que se anticipaba un partido igualado. Y así fue, sin embargo, los visitantes regresaron a Boadilla con los tres puntos en el bolsillo, desbancando al Hoyo del liderato y apretando aún más la tabla en la zona “noble”.
En un partido en donde los dos equipos competían sabiendo lo que se jugaban, con mucha intensidad y rigor táctico, los detalles son los que iban a decidir. Y así fue; tras el rechace de un córner, un jugador visitante engancha de volea y de primeras un balón a unos 30 metros de portería, de forma violenta y perfecta, entrando este por la escuadra.
Este resultado estimuló las fuerzas defensivas del rival, que se hundió en bloque bajo, esperando las contras durante el resto del partido. Lo cual le salió a la perfección, ya que los verdes fueron incapaces de hacer daño al rival, más que con alguna internada tímida por la banda en la segunda parte.
Los últimos minutos, con más corazón que otra cosa, los locales se volcaron para intentar conseguir el empate, y casi lo consiguen. Tras un balón parado y a la desesperada, Gato sale de la portería y se incorpora a la estrategia. Es él el que peina el balón tras una mala salida del portero visitante, que ya vencido solo puede mirar hacia atrás y respirar al ver que el balón sale rozando el palo.
Un bache de resultados para los de Manu Carnicero, que no van a bajar los brazos y que saben que la actitud de este domingo es el camino a seguir.