Los infantiles despertaba en la mañana del sábado con una nueva oportunidad de recortar puntos contra un rival directo como el Rayo Majadahonda. Las premisas eran claras: presión alta e intensa para impedir el juego combinatorio que tanto daño nos hizo en la ida. Y dicho y hecho, nuestros infantiles salieron totalmente enchufados y con las ideas claras. Las ocasiones eran tímidas por parte de los locales pero cada vez más numerosas.
Por otra parte, el hoyito se defendía de forma eficiente frente a los balones a la espalda de nuestra defensa. Cuando asomaba por el horizonte el descanso, llegaron dos goles del Hoyo, el primero un penalti que otra vez castigaba Ali y provocado por Padilla, el cual se encargó de bajar del cielo un balón largo de nuestro portero Jorge para hacer el segundo.
Llego el descanso y el agua que dio fuerza y gasolina a los locales que salieron a replicar lo conseguido en la primera parte. El tercer gol llego procedente del laboratorio del balón parado, el que tantos puntos nos está dando durante toda la temporada. El artífice, quién sino que Rodri Padilla y su científico ayudante fue Felipe, dejándole un regalo en en el segundo palo desde la esquina del corner
Los cambios en busca de aumentar la ventaja de toparon con una inesperada expulsión de Asier por doble amarilla. Este suceso implicó el sufrimiento de tener un jugador menos en el verde durante los últimos minutos e incluso encajar un gol en el que Jorge no pudo hacer nada.
Otros tres puntos en casa para certificar la fortaleza del infantil en casa y reforzar la persecución de posiciones más altas en la tabla. Próxima estación: Galapagar